[content_timeline id=»1″]
EL DIARIO DE LA EXPEDICIÓN
LA EXPEDICIÓN SOBRE EL MAPA Situación vía satélite día a día.
Día 26 de Junio
Latitud: N 67º 01‘ Longitud: W -50º 73′ Kangerlussuaq
Finalmente, pasadas las 18 horas (en España) aterrizamos en tierra firme,en Kargelussuaq, y enseguida nos dirigimos al albergue que nos vio salir hace 60 días. Menuda pinta debíamos tener. Con esas barbas, requemados por el sol, no muy aseados… Y también a nosotros se nos hizo muy raro ver a otra gente, otros rostros, después de tanto tiempo.
Como es fácil de imaginar, lo primero ir en busca de una ducha, y cual no fue la sorpresa al comprobar que en nuestro hospedaje el agua salía ¡fría! Tanto esperar ese momento y el destino nos escamoteó el poder recrearnos bajo el agua, como soñábamos días atrás. En cuanto recuperamos un poco nuestro ser, Manuel Olivera se puso a enviar fotos de la expedición a España, las primeras, pues desgraciadamente internet no llegó a funcionar nunca en toda la travesía. Y luego, como no podía ser menos, pusimos colofón a la jornada con una suculenta cena en el mejor restaurante de Kangerlussuaq, que no deja de ser un pequeño pueblo. Nos supo a gloria.
Ayer miércoles fue una jornada de trámite. De organizar el regreso a casa, de enviar más imágenes y atender a los primeros medios de comunicación que querían conocer el final de esta aventura. Y los cinco nos sentíamos extraños, como fuera de lugar después de tantos días sin ver a nadie en miles de kilómetros.
Hoy jueves, Manuel, Eusebio y Karin vuelan a Dinamarca, previa escala en Islandia, y de ahí los dos primeros a Madrid. Hugo y Ramón lo harán mañana a Nuuk, la capital de Groenlandia.Y el Trineo de Viento viaja con ellos.
Es el fin de esta intensa aventura en Groenlandia. Y nos vamos felices, no sólo por haber culminado con éxito la expedición, sino por la cantidad de mensajes de apoyo que hemos recibido y por tanta gente como nos seguido de cerca en este largo viaje. Gracias a todos por estar ahí. Sentiros a nuestra vera nos ha impulsado a seguir adelante aunque el viento soplara en contra.
Día 23 de Junio, 427 kilómetros. TOTAL. 4.300 kms
Latitud: N 67º 502′ Longitud: W -48º 10 Altitud:1.516 m.
A las 13 horas, ya comenzó a moverse el trineo y dos horas después, con la cometa de 80 metros cuadrados, comenzó a coger velocidad, hasta llegar a los 30 km/h. Ante el temor de acelerarnos demasiado, la cambiamos por la de 60 metros cuadrados, pero el viento, en el turno de Hugo y Karin, no dejaba de subir de intensidad. Y pasamos de 30 km/h a 35, y de ahí a 45 km/h. Con Hugo al mando, llegó a alcanzar los 54 km/h, según marcaba el GPS. ¡Hugo el kamikace!
Sin embargo, dentro el trineo se movía menos que en otras partes del recorrido, cuando íbamos a 12 km/h. La verdad es que esperábamos tener más días como éste: buen viento y buen terreno, pero hasta la última jornada no han coincidido las dos cosas. Increíble.
La última parte, con Eusebio y Manuel pilotando, también ha seguido a buen ritmo. Sin parar en 21 horas, con un recorrido que primero ha sido hacia el oeste, luego al norte y luego otra vez al oeste. Y hemos comido sobre la marcha, pensando en acabar de una tacada. Las condiciones eran tan buenas que podríamos haber seguido 700 kilómetros más. De hecho, hemos llegado al punto donde nos dejó la avioneta el 3 de mayo y lo hemos pasado de largo en 7 kilómetros.
Pero hace calor y la nieve estaba muy pesada en esa zona, con mucha agua por debajo, así que al forzar se ha roto una cuerda del trineo. Ya no merecía la pena seguir más, así que Manuel Olivera, que llevaba el ‘timón’ ha parado y aquí nos hemos quedado. Ahora, aquí estamos celebrando como se merece un logro así. Con abrazos y saltos de alegría. Y por supuesto con unos ‘chupitos’ de ron.
El anterior récord de distancia del Trineo estaba en 421 kilómetros, recorridos en 2001 en Groenlandia. Ahora son unos pocos más, suficientes para demostrar que este vehículo funciona.
Después de la ‘fiesta’ Manuel hará el último agujero grande, de un metro de profundidad, en la nieve. Y así sellará el compromiso científico que este viaje ha tenido con la investigación y con la ciencia en los polos.
Día 22 de Junio, 0 kilómetros. TOTAL. 3.873 kms
Latitud: N 63º 55′ Longitud: W 43º 25 Altitud:2.592 m.
Menos mal que parece que las previsiones meteorológicas son buenas. Incluso llevamos un rato que se ha levantado una pequeña brisa. Estamos preparados para el momento en el que Hugo y Karin avisen de un cambio y la cometa nos vuelva a impulsar hacia adelante.
Día 21 de Junio O kilómetros. TOTAL 3.743 kms
Latitud: N 63º 55′ Longitud: W 43º 25 Altitud:2.592 m.
Va a hacer 50 días que estamos en Groenlandia y el viento en general nos ha sido siempre favorable. Pero ahora no, y nada se puede hacer. Para qué negar la frustración que a uno le produce estar tan cerca, a tan poquitos días y no avanzar ni un metro. Estar parados aquí, en medio de la nieve que hoy nos ha nevado mientras estábamos a 12º bajo cero, nos tiene desconcertados. Estamos impacientes por movernos. Por llegar a la ducha final.
Pero bueno, estamos oyendo música y leyendo. Unos sus ebook y otros papel. Y como además de la noche de San Juan hoy es el Día Nacional de Groenlandia, pues hemos sacado una comida especial que traíamos preparada: pulpo y calamares en su tinta. Acompañado todo ello de unas latas de Coca-Cola que encontramos en las ruinas del Dye-3. Unas latas que llevaban allí 25 años congeladas y que dudábamos si probarlas, por si estaban malas. Y en fin, malas no estaban, pero no tenían ni una burbuja.
Y hablando de la noche de San Juan, ya estamos lo suficientemente al Sur como para tener noches aquí. Las noches apenas duran 3 horas y cuarto, pero es impresionante ver atardecer sobre el horizonte helado y al ratito ver amanecer de nuevo. Un verdadero espectáculo. Nos hemos hartado de hacer fotos. Es de esas cosas que uno piensa que jamás llegará a ver en la vida. Y lo hemos visto. Aunque sin el viento que tanta falta nos hace.
Día 20 de Junio O kilómetros. TOTAL 3.743 kms
Latitud: N 63º 55′ Longitud: W 43º 25 Altitud:2.592 m.
Confiábamos en que hoy el viento nos permitiera hacer el giro más importante hacia la recta final de la expedición, pero no hemos tenido suerte. Hemos llegado al punto más al sur de Groenlandia que habíamos previsto y si hubiera sido por el fuerte Oeste que soplaba, viento justo en contra de nuestra trayectoria, sin duda hubiéramos ido más al sur, hacia el mar. De modo que hemos parado, y nada. No han llegado ni el viento del Sur ni el del Este y no hemos podido avanzar nada.
¿Noticias positivas? Sí, que a Manuel Olivera parecen estar haciéndole efectos los antibióticos y el dolor de muelas ha remitido algo. Que la temperatura es mucho más fría que ayer, pero no excesiva, 13º bajo cero. Y que si tenemos suerte y sopla el viento que esperamos, habremos finalizado la circunnavegación completa a Groenlandia en un plazo de entre 4 y 7 días. Pero claro, depende del viento, porque ganas de llegar cada día tenemos más, el cansancio va haciendo mella después de casi dos meses y de comida andamos ya justitos-justitos.
Lo que sí es cierto es que estar todo un día parados así, en medio de la nada sabiendo que está tan cerca la bandera de llegada, produce una sensación muy extraña. Es como estar rodeado de un horizonte insondable y caprichoso.
Día 19 de Junio 193 kilómetros. TOTAL 3.743 kms
Latitud: N 63º 55′ Longitud: W 43º 25 Altitud:2.592 m.
Como el terreno era bueno, hemos ido a una velocidad de entre 20 y 25 km/hora, incluso en algunos momentos a 30 km/h, durante siete horas y media. Ahora, la intención es seguir otros 50 o 100 kilómetros hacia el sur, hasta llegar al 63º 20′ Norte y comenzar a girar hacia el oeste para encaminarnos a Kangerlussuaq. Las previsiones meteorológicas dicen que vamos a tener un buen viento para esa operación, así que mañana con suerte ya cambiaremos de dirección, después de llegar al punto más al sur de esta expedición.
Por lo demás, ha vuelto a hacer frío. No demasiado, 7º C bajo cero, pero se nota el cambio.
También ha surgido el primer problema médico del viaje, después de 50 días. El fortísimo dolor de muelas que sufre Manuel Olivera, de esos que te dejan fuera de combate. Ha empezado a tomar antibióticos para controlar la infección. Desde luego, ese una de las peores dolencias en un viaje.
Día 18 de Junio 180 kilómetros. TOTAL 3.550 kms
Latitud: N 65º 11′ Longitud: W 43º 49 Altitud:2.490 m.
Es fantasmagórica, impresionante en su gélida soledad.
Pero empecemos por el principio. Comenzamos a navegar ayer tarde, aprovechando un viente del noroeste tras el día de calma. El Sol ya se ocultó dos horas, aunque no llegó a desaparecer la luz. Con la Luna casi llena, era un cielo hermoso. Eso sí, al poco tiempo bajó la temperatura y comenzó a nevar. ..Estábamos a 21 kilómetros cuando ya vimos a lo lejos una cúpula, pero el terreno ha estado lleno de hondonadas y desapareció. Luego llegó la niebla, espesa, y su humedad se congeló en el aire. Llegó el frío. De hecho, estamos a 11º bajo cero. Pero sabíamos que el Dye-3 estaba ahí y con ayuda del GPS nos dirigimos a la base.
No la vimos hasta llegar a 800 metros. Alrededor había una montaña de nieve, un gigantesco ventisquero, así que paramos a unos 100 metros, donde aún seguimos. Alrededor de la cúpula radar geodésica había un gran agujero, de 8 metros de profundidad, que bajamos escalando. Y luego trepamos hasta una puerta que estaba abierta. Nos colamos con las linternas.
Dentro, todo tenía un punto espeluznante. Sepultado bajo 20 metros de nieve, a oscuras. Las habitaciones son película de terror: abandonadas con las fotos en las paredes, las sábanas revueltas, libros… Y el comedor, con los platos en la mesa, el frutero con manzanas podridas, con pan hecho para el día. Todo como si ayer se hubieran ido sus habitantes, pero han pasado 25 años. Y las paredes, heladas, con estalactitas de hielo. Al final, hemos pasado casi dos horas recorriendo todos los recovecos. Incluso hemos encontrado un cepillo y una llave inglesa que nos vienen bien. Y todavía Manuel Olivera ha vuelto después a darse otra vuelta.
Y al salir, comprobamos que el viento ha cambiado y no nos podemos mover, pero ha merecido la pena vivir esta experiencia única en un lugar ‘marciano’. Poca gente habrá pasado por aquí en todo este tiempo, porque está fuera de las rutas, casi enterrada; en 20 años se cubrirá del todo, y desaparecerá de la vista.
Día 17 de Junio 0 kilómetros. TOTAL 3.370 kms
Latitud: N 65º 69′ Longitud: W 42º44 Altitud:2.259 m.
Pero la jornada ha sido de calma tensa. Calma porque no se movía el aire ni un centímetro.Tensa porque estamos ya deseando llega al 63º Norte para iniciar el regreso al punto de partida.
Como estábamos parados, Karin se fue a esquiar un buen rato por el desierto de hielo y Manuel Olivera optó por darse un largo paseo de tres horas, en las que ha perdido de vista el vehículo; no llevaba ni walkie ni GPS, pero hace tan buen tiempo que sus propias huellas, intactas, le han servido en el regreso. Los demás han pasado el día descansando al Sol. De hecho, tenemos ahora 30ºC más que cuando estábamos en el norte de Groenlandia, hace apenas 15 días. Es increíble.
Ya hemos empezado a contar los kilómetros que quedan, que no son muchos. Unos 800 hasta la meta, de los que 300 son hacia el sur. Además, aunque la comida comienza a escasear, ahora comemos menos, dado que cuerpo necesita menos calorías, así que podemos alargar unos días el viaje aún más.
No tenemos fecha, pero aún así estamos barajando las alternativas que tenemos para salir del hielo, cuando lleguemos cerca de Kangerlussuaq. Juan Manuel Viu nos ha comunicado que la avioneta con patines que nos depositó allí el primer día ya no está disponible. Ha acabado su temporada y ha vuelto a Islandia. Podemos recurrir a un helicóptero de rescate groenlandés o a un avion Hércules de la Base americana en Kangerlussuaq. Ya veremos…
Pero comenzar a pensar en el fin da idea de las ganas que tenemos de avanzar rápido, aunque el verano juega en nuestra contra y estamos casi en el solsticio… Aún así confiamos en lograr acabar esta circunnavegación.
Día 16 de Junio 127 kilómetros. TOTAL 3.370 kms
Latitud: N 65º 69′ Longitud: W 42º44 Altitud:2.259 m.
En esta jornada, hemos avanzado 127 kilómetros. Poco, pero es que el tiempo era tan suave que no había forma de superar los 5 km/h. Durante un buen rato una espesa niebla nos tapaba la cometa. Sabíamos que estaba ahí, pero no se veía. Y abajo, la nieve que caía dificultaba el avance. Cuando hace costra, el trineo la va rompiendo y no es bueno para su estructura. Al final, llegó la calma total. Y con ella, lo que nos parecieron golondrinas…
Aún nos quedan 350 kilómetros hasta el punto donde inciamos la subida hacia Kangerlussuaq y ya estamos contando las reservas. Tenemos para 13 cenas, que podemos estirar algún día más, pero estamos deseosos de avanzar como ayer, a buen ritmo. Hace 13 años, aquí en este tiempo hacía mucho más frío, y había mucho más viento. No sabemos si es debido o no al cambio climático, pero es un dato a tener en cuenta.
Día 15 de Junio 132 kilómetros. TOTAL 3.243 kms
Latitud: N 65º 95′ Longitud: W 42º48 Altitud:2.229 m.
Ha sido una gran jornada. No sólo porque hemos logrado avanzar un buen trech0, tras dos días de parón, sino porque por primera vez hemos visto rastros humanos que no son nuestros y, sobre todo, atravesamos el Círculo Polar Ártico (latitud 65º N 57′) , uno de los hitos que queríamos conseguir, y que celebramos con una ‘fiesta’ nocturna en nuestra pequeña tienda, a base de ron y música.
También ha sido el primer día en el que nos hemos cruzado con rastros humanos que no son nuestros, la primera señal en casi mes y medio de que no estamos solos en esta gran isla: restos de campamentos en la ruta que atraviesan las expediciones que van de Este a Oeste. Apenas unos muros de nieve, de los que se ponen para proteger las tiendas de campaña, pero para nosotros ha sido un acontecimiento.
La navegación comenzó muy fuerte, en el turno de Hugo y Karin. A 150 metros de altura el viento eran tan fuerte que cambiados la cometa de 80 metros por otra de 30 para poder gobernar el trineo. Y así estuvo horas, hasta que cambió el viento y su fuerza se quedó abajo, mientras arriba la cometa no fue capaz de sostenerse…
Hoy, la nieve se derrite a nuestro alrededor. Estamos a 1ºC. No podíamos imaginar que llegara a hacer este calor en el inladsis…
Día 14 de Junio 31 kilómetros. TOTAL 3.111 kms
Latitud: N 65º 57′ Longitud: W 40º63′ Altitud:2.226 m.
El viento es de la buena dirección, pero tan suave que no nos permite hacer muchos kilómetros. Incluso a menudo se para totalmente. Ayer fue un poco chasco porque las previsiones que teníamos no se cumplieron, pero es que en esta zona del planeta no es fácil acertar.
Por eso aprovechamos la jornada para ‘tunear’ el trineo. Desmontamos la tienda de campaña grande y reparamos los travesaños que estaban dañados. Con el deshielo, estábamos durmiendo casi en el suelo. Pero es lo bueno que tiene que sea un vehículo tan sencillo. Todo tiene arreglo. Nos pusimos los cinco a trabajar a la vez y lo hemos dejado como nuevo. Luego intentamos escuchar con la radio de onda corta el partido de España contra Holanda en el Mundial de Fútbol, que nos habían anunciado, pero fue imposible. No pillamos onda.
Hoy logramos ‘arañar’ otros pocos kilòmetros en el viaje hacia el sur, pero estamos deseosos de una nueva jornada en la que superemos los cien. Y no nevó, aunque sigue sin hacer demasiado frío porque no estamos a una gran altura, poco más de 2.200 metros. Lo mejor ha sido la sorpresa que nos ha dado Hugo cuando ha sacado de carne de buey almizclero congelada que nos ha sabido a gloria, después de tantos días con comida deshidratada.
Día 13 de Junio 28 kilómetros. TOTAL 3.080 kms
Latitud: N 67º10′ Longitud: W 40º25′ Altitud:2.260 m.
Día 12 de Junio 82 kilómetros. TOTAL 3.052 kms
Latitud: N 67º18′ Longitud: W 39º50′ Altitud:2.300
Como iban en pendiente, y con fuerte viento en superficie, decidieron subir la cometa de 80 metros estando los dos sobre el trineo, y no uno en el lugar donde estaba extendida, por el riesgo de que se quedara en tierra. Pero la primera vez se ha enganchado. Y la segunda ha subido tan fuerte que casi tira a Eusebio, que ha tenido que soltarlA…y se ha vuelto a liar, así que han cambiado a la de 60 metros. Así, a la tercera lo han conseguido…
Y cuando llevaban apenas media hora disfrutando, pese a que había unos sastrugis ‘tiburones’ tremendos, Ramón ha avisado que el suelo de la tienda de atrás, donde dormía, estaba fatal porque se habían roto varios travesaños. Igual llevaban rotos tiempo, pero resistían unidos por el hielo…Pero hoy se ha derretido, porque ha hecho un calor tremendo, y se han soltado, así que hemos dedicado un buen rato a los arreglos.
Ha hecho un calor como nunca ha habido en una expedición del Trineo de Viento, casi cero grados. Con sol. Hasta hemos estado en manga corta. Y tan alta temperatura es un problema. Durante el día la nieve se hace agua, lo moja todo y por la noche hiela y se congela. En las cuerdas se convierte en cuchillos que las cortan. Al menos esa es la explicación que hemos encontrado a que tengamos tantos nudos destrozados.
Hoy estamos muy cerca del Monte Forel, pero no lo vemos. Si atajáramos ahora hacia el oeste, en 350 kilómetros estábamos en Kangerlussuaq, pero vamos a seguir al menos otros 500 kilómetros hacia el sur.
Mañana entraremos en la zona por la que pasan muchas expediciones. Quizás mañana nos encontremos con alguien, o con huellas.
Día 11 de Junio: 205 kilómetros. TOTAL: 2.970
Latitud: N 67º 97′ Longitud: W 39º06′ Altitud:2.651 m
¡Qué diferencia con los primeros días! Entonces Ramón Larramendi era el único que sabía manejar el Trineo pero ahora todos somos expertos navegantes. Estamos en los mejores días del viaje: hay más experiencia, tenemos buen viento y terreno y vamos más ligeros de peso. Si nada cambia, podemos intentar una jornada de 24 horas casi sin parar, tan solo para una cena rápida. Nuestra intención es bajar hasta la latitud 62º Norte antes de girar hacia el oeste.
Estamos contentos. Ya somos un grupo integrado. Cada uno sabe lo que tiene que hacer y cumple. Y seguimos aprendiendo idiomas. Hugo, que hasta se ha traído un libro para aprender español, ya ‘chapurrea’ palabras y Manuel ha ‘resucitado’ su groenlandés. En las tertulias nocturnas esto es un lío de idiomas, aunque prima el inglés. La última ha sido sobre las cometas. Ayer encontramos un agujero en otra de las más modernas. Hemos descubierto que las que más aguantan son las más antiguas, que son más robustas y toscas. Son las que están salvando la expedición.
El tiempo también nos acompaña. A mediodía, tan sólo 3ºC bajo cero. Eso es calor en la tienda, y fuera. Manolo ha navegado hoy sin guantes ¡Lo nunca visto en el Trineo de Viento! Juan Manuel Viu, que nos envía cada día las previsiones vía satélite, nos ha anunciado que a 2.000 metros de altitud hay 0ºC, y ahora estamos a 2.650 metros.
Hoy o mañana, seguramente, dejaremos de ver el Sol por primera vez desde hace semanas a medianoche. Según avanzábamos hacia el sur, se veía más bajo en el horizonte. Ayer lo rozaba, creando unas sombras alargadas extrañas, fascinantes. Es un espectáculo increíble.
Día 10 de Junio: 165 kilómetros. TOTAL: 2.765
Latitud: N 69º 23′ Longitud: W 35º 52’33 Altitud:2.753m
Realmente íbamos a gran velocidad, con un viento de 40 kms/h. Primero con la cometa de 20 metros, y en el turno de Manuel y Eusebio con la de 24 metros cuadrados. Cuando la cambiaron, casi pierden una de las ‘parkas’, que se quedó atrás; tuvieron que ir a buscarla porque sin ellas el frío viento llega a los huesos. Eso sí, lo hicieron sin bajar la cometa. Basta maniobrar con ella para situarla en la altura adecuada en función de la columna vertical de viento. Hoy, por ejemplo, a 170 metros de altura se podía controlar bien, pero a 150 metros era imposible.
Pero estamos muy contentos. Por fin hemos bajado de los 70º y nos acercamos a uno de los hitos que nos hemos marcado: cruzar el Círculo Polar Ártico. Ya sólo nos faltan 300 kilómetros para celebrarlo.
Lo malo es que el pan y las galletas escasean. Ahora lo tenemos racionado a dos rebanadas por día el primero y a tres las segundas. Consecuencia de abusar los primeros días, cuando no pensábamos en que la expedición se alargaría más de lo previsto, como está pasando.
Lo bueno es que la temperatura por las tardes es estupenda: menos 8ºC,y con sol. Seguimos abriendo la puerta de la tienda, cuando paramos para cenar, y así la refrigeramos un poco. Afuera nos esperan más ‘tiburones’, sobre los que navegaremos en cuanto demos cuenta de la cena, con poco pan, pero con jamón, como cada noche.
Día 9 de Junio: 101 kilómetros. TOTAL: 2.600
Latitud: N 70º 26 Longitud: -32º, 49W Altitud: 2.851 m
Como cambiamos el tiro de la cometa al frente hace un par de días, ahora podemos ir más rápido sin que el trineo sufra tanto, así que se han lanzando con la cometa de 80 metros cuadrados y han avanzado a una velocidad entre 20 y 25 km/h. Han hecho 90 kilómetros en seis horas.
El problema ha sido frenar. Como hay que soltar la cometa y había un vendaval, se ha ido a un kilómetro de distancia. No se veía donde estaba y el riesgo de perderla era grande. Manuel y Eusebio han salido corriendo tras ella. Y a los pocos metros, ya no se les veía desde el trineo. Por la niebla. Encima, la nieve que caía borraba sus huellas. Y tardaban… Ha sido un momento de tensión. Ramón, pegado a la radio, a ver si daban señales. Es en esos momentos cuando más conscientes somos de que hay riesgo en esta expedición.
Al final, todo ha salido bien. Han tardado hora y media en recogerla, pero lo han conseguido y han vuelto sin problemas al trineo, gracias a que iban marcando su posición con el GPS.
Ahora mismo tenemos un viento estupendo: 35 km/h en superficie, así que hemos cenado pronto y vamos a ponernos en marcha en breve. Lo único malo es que con la nieve de ayer y hoy, las placas solares han dejado de cargar las baterías del ordenador. Pero no importa. Lo que nos tiene animados es el viento a favor que nos impulsa a la meta.
Día 8 de Junio: 0 kilómetros. TOTAL: 2.499
Latitud: N 71º 19 Longitud: -32º, 14W Altitud: 2.697 m
Día de parón. Sin avanzar. Si novedades.
Día 7 de Junio: 116 kilómetros. TOTAL: 2.499
Latitud: N 71º 19 Longitud: -32º, 14W Altitud: 2.697 m
Es la anécdota de un día en que empezó mal, en el primer turno, y acabó navegando como nos gusta, con la cometa de 60 metors, con viento a favor, estable y en un terreno con sastruguis no muy altos. La suerte corrió a cargo de Manuel y Eusebio. Suyos son la mayoría de esos 116 kilómetros, en sus nueve horas de pilotaje. Antes, Ramón había alcanzando una velocidad de 37 km/h, pero no la mantuvo.
Hoy también hemos tenido nuestro momento pájaro. No sabemos de qué especie era, pero si parecía perdido y se quedó al lado de los pies la única mujer del viaje, Karin, mirándonos perplejo durante un buen rato, como si se preguntara ¿Y éstos de dónde han salido? Revoloteó un rato y luego se fue. Posiblemente sin una respuesta.
Ha sido una jornada como un bálsamo. Avanzamos como nos gusta. Y vemos nubes en el horizonte que nos indican que ahí está la costa este, aunque no es posible distinguir nada. Son nubes distintas a las del hielo.
Tan sólo Manuel anda un poco preocupado. ¡Se están acabando las galleas y el pan! Dice que no sabe comer sin ese acompañamiento. Y de momento, no tenemos supermercados a la vista.
Día 6 de Junio: 77 kilómetros. TOTAL: 2.383
Latitud: N 72º 21 Longitud: -32º, 11W Altitud: 2.819 m
Aunque las previsiones eran malas, con un descorazonador viento del este/sureste, cuando le necesitamos del norte, hemos avanzado con cometas NTW9 y NTW5. Hasta que se paró, a las 11 hora groenlandes ( las 15 en la península). Antes, incluso hemos superado en algún momento los 30 Km/h. Consecuencia: como vamos con el tiro en un lateral del trineo, el módulo de carga está bastante perjudicado con tanta velocidad. Mañana cambiaremos al tiro frontal, que nos permite ir más rápido y sufre menos.
Hoy también tuvimos una avería: al bajar la cometa de 80 metros cuadrados vimos un tremendo agujero. Menos mal que no se nos olvidó meter aguja e hilo en el equipaje y con un rato de costura se ha arreglado. Mientras Manuel Olivera y Eusebio Beamonte han estado dedicados a la ciencia. Los trabajos con la sonda de cada día duran al menos una hora, pero cuando hay que hacer el agujero grande en la nieve, al menos se nos van tres horas.
En tres días esperamos volver a ver las estrellas. A medida que avanzamos hacia el Sur, el Sol está más bajo en el horizonte: Pronto recuperaremos la noche.
Día 5 de Junio: 86 kilómetros. TOTAL: 2.306
Latitud: N 73º 04 Longitud: -32º, 50′ W Altitud: 3.025 m
Pero estamos eufóricos. Hemos conseguido dos hitos importantes en esta travesía. Por un lado, hemos superado el ecuador de la expedición, la mitad de lo que finalmente vamos a recorrer. Y por otro hemos alcanzando los 3.000 metros de altitud, que ya habíamos descartado. El viento del norte nos ha empujado hacia el interior, separándonos de una costa que no hemos llegado a ver, y así hemos conseguido este hito.
Se pueden contar con los dedos de las manos las expediciones que han estado por aquí. Es una zona alejada de todo. Se acercan los de la estación científica Summit, que no están lejos, en avión para recoger muestras, y desde la costa también vendrán científicos, pero casi nadie lo ha recorrido antes, y menos con un trineo eólico. Es una gran satisfacción encontrarnos aquí.
En esta zona tan alta, Manuel Olivera ha vuelto ha hacer un agujero en la nieve de tres metros de profundidad para tomar datos. Y ha encontrado que es´ta a menos 30º C, seis más que en el norte.
Ahora el próximo punto de referencia es superar el Círculo Polar Ártico, que está entre 150 y 180 kilómetros más adelante, a la altura de Kangerlusuaq, de donde salimos. Como contábamos esta noche en Radio Nacional, en directo, aún nos quedan 25 días por delante…
Día 4 de Junio: 122 kilómetros. TOTAL: 2.220
Latitud: N 73º 81 Longitud: -32º, 46′ W Altitud: 2.929 m
El viento ha sido suave todo el día, pero que haya reaparecido sin rolar a cada rato se merece hoy un ‘chupito’ de ron. Tenemos la botella abandonada desde que alcanzamos el punto más al norte de la travesía. En un momento dado, incluso hemos alcanzado los 17 km/h, aunque luego bajamos el ritmo porque no queríamos que el Trineo acabara perjudicado. Con tantos días de bajo ritmo, dedicados a su mantenimiento, le tenemos casi como nuevo. Durante varios días, navegaremos cerca de la costa para aprovechar este viento lo más posible. Con ello aumenta la probabilidad de encontrar grietas y un terreno peor, pero nos moveremos.
También aumenta la posibilidad de que veamos un oso polar, porque hay muchos en la costa. Muchos es relativo. Se estima que hay unos 20.000 ejemplares en todo el Ártico, desde Canadá hasta Siberia y se sabe que es una población en declive por la acumulación de contaminantes en el hielo y atmósfera árticos y por los cambios en su ecosistema que está provocando el calentamiento global. Hoy, sólo los indígenas inuit tienen derecho a cazar un número determinado de osos al año, o a disparar para defenderse en caso de un ataque.
Nosotros esperamos no encontrarnos con ninguno. O al menos que esté lo suficientemente lejos para no ser un peligro. Por si acaso, llevamos en el trineo-locomotora un rifle, siempre a mano, tal como marca la normativa.
Día 3 de Junio: 14 kilómetros. TOTAL: 2.098
Latitud: N 74º 84 Longitud: -33º, 89′ W Altitud: 2.769 m
Aún así, mantenemos los turnos. Son turnos de vigilancia, como en los cuarteles, porque si cambia el viento cuando estamos todos dentro de la tienda si cambia el viento, corremos el riesgo de no enterarnos, y son cambios tenues.
Ya ni siquiera tenemos reparaciones que hacer en el Trineo así que pasamos las horas casi ‘de vacaciones’, leyendo, haciendo los experimentos con la nieve, durmiendo, escribiendo, escuchando la música del mp3 o tratando de sintonizar la radio de onda corta. Lo cierto es que como están en desuso, casi no sintonizamos nada. A veces, emisoras del interior de África o de países musulmanes. Es curioso estar en Groenlandia oyendo lo que pasa en Ghana y no saber lo que pasa en tu país.
Hoy Manuel Olivera y Eusebio Beamonte se fueron a pasear. Anduvieron dos horas por la inmensa llanura blanca, por hacer piernas. A los cinco kilómetros, aún veían un punto a lo lejos: era el trineo. Y es que es una superficie totalmente plana en la que no hay nada. Aunque da la sensación de que el horizonte está cerca, al caminar uno se da cuenta de que no tiene fin. O eso nos parece. Ser expedicionario en este inhóspito lugar requiere de grandes dosis de paciencia.
Día 2 de Junio: 42 kilómetros. TOTAL: 2.084
Latitud: N 75º 32 Longitud: -34º, 49′ W Altitud: 2.763 m
Hoy ha sido un día tranquilo. Sin grandes complicaciones, salvo los esfuerzos por ‘rascar’ unos kilómetros más, cambiando las cometas cuando vemos que cambian las condiciones. Llevamos días que no vemos ni aves. El tiempo sigue siendo bueno. Eusebio hoy hasta sudaba recogiendo una de las cometas, aunque estamos a menos 18ºC. Dentro de la tienda, el hornillo nos calienta hasta tener casi 20º, así que estamos como en casa, en camiseta.
Día 1 de Junio: 42 kilómetros. TOTAL: 2.042
Latitud: N 74º 96 Longitud: -33º, 49′ W Altitud: 2.700 m
Latitud: N 75º 68 Longitud: -34º, 93 ‘ W Altitud: 2.600 m
Cuando paramos, siempre sacamos un rato para leer. Estamos los lectores clásicos, que preferimos el papel, que somos Ramón Larramendi, Manuel y Hugo Svenson, y los más modernos, con el e-book, Karin Moe Bojsen y Eusebio Beamonte, que recargan en las placas solares. Lo malo de los segundos es que cuando se acaba un libro, no puedes pasárselo al compañero. La ventaja, que pesa menos.
Ramón acaba de terminarse ‘El capitán Olano’ de Edward Rosset, sobre un navegante y aventurero español (como él) que viajó con Cristobal Colón a América. Manuel anda entretenido con los ‘Cuentos breves’ de Stephen King; Karin combate los días de poca velocidad c0n la historia ‘Running and Stuff’, biografía del ultramaratoniano James Adams; Eusebio, el más lector, se encuentra inmerso en las matemáticas con «Cinco ecuaciones que cambiaron el mundo», del divulgador científico Michael Guillén… y Hugo saca en sus descansos, para sorpresa de todos, un ‘tocho’ libro titulado «Manual de motores diésel». Como se ve, un grupo diverso, pero bien avenido.
Día 30 de Mayo: 67 kilómetros. TOTAL: 1.962
Latitud: N 75º 99 Longitud: -35º, 50 ‘ W Altitud: 2.563 m
En la parada, vamos a aprovechar para hacer recuento de la comida. Hasta ahora hemos ido tirando de la ‘despensa’ de las cajas sin mirar las reservas, pero ya es hora de empezar a controlar porque queda mucho viaje. Combustible para el hornillo, que es muy importante, si nos queda para unos 65 días. Es nuestra única energía contaminante, que nos sirve para tener agua líquida, derritiendo nieve, y hacer comida caliente. También traemos alimentos de sobra, pero tenemos que ver a qué ritmo los gastamos. Casi 3.000 kilómetros por delante aún son muchos.
Día 29 de Mayo: 140 kilómetros. TOTAL: 1.895
Latitud: N 76º 51 Longitud: -36º,039 ‘ W Altitud: 2.530 m
En el primer turno, hubo un viento muy fuerte y navegamos a más de 15 km/h, asi que pusimos cambiamos la cometa de 60 metros por otra de 30 metros cuadrados. Había tanta energía que entre Karin y Hugo se repartieron el mando para tener fuerza suficiente. Luego bajó la potencia y la jornada transcurrió sin sobresaltos. Además, aunque hace frío (menos 19ºC ) al Sol se está bien. Nos hubiera gustado avanzar más, pero es mejor tomárselo con calma.
Desde aquí, gracias a todos los periodistas de radios, periódicos, agencias, televisiones o blogs que están pendientes de nuestro viaje. Eso nos da energía para seguir adelante. Nos hace sentir menos solos en esta inmensa llanura blanca.
Día 28 de Mayo: 31 kilómetros. TOTAL: 1.755
Latitud: N 77º 70 Longitud: -38º,07 ‘ W Altitud: 2.377 m
El problema ha sido que con tan poca velocidad se ha roto una de las cuerdas que van directamente de la cometa al trineo, cuerdas de escalada de 10 mm. de espesor. Menos mal que la cometa ya la estábamos bajando, al detectar que no andaba bien, y no se ha ido muy lejos. Más grave es otro fallo: también comienza a perder rendimiento la mejor polea que tenemos para manejar las cometas, y si falla no tiene arreglo, ni sustituta. Es nuestro punto más débil y lo que nos genera más tensión porque con el viento flojo, no tiene inercia y sufre más. La única solución sería utilizar las otras tres cometas que traemos y que no precisan de polea, aunque son nuevas y no hemos probado cómo funcionan. Llegado el caso, habrá que aprender su manejo a marchas forzadas.
Para compensar tan pobre día de navegación, ha subido la temperatura. A – 8ºC. Con los hornillos dentro de la tienda, que ponemos para hacer la cena, ahora estamos en camiseta. Incluso Manolo ha pilotado hoy un rato sin guantes. Dice que la tienda-cabina genera un efecto invernadero con el Sol que era temperatura ‘veraniega’, eso sí en el Ártico. Nos hemos tenido que poner ración doble de protección solar para no quemarnos.
Hoy, al hacer sus pruebas con la sonda de nieve, Manolo se ha encontrado una novedad. La sonda mide 5 metros porque en el IPE pensaron que era más que suficiente para llegar al hielo. Pues hoy no ha bastado. Tenemos 5 metros de nieve en el centro de Groenlandia. Un dato para la ciencia.
También nos han visitado las aves. Karin ha visto dos charranes árticos, del género ‘sterna’, que migra todos los años desde esta zona hasta la Antártida. ¿Qué hacen a cientos de kilómetros de cualquier lugar en el que conseguir los peces de los que se alimenta? Es una pregunta para la que no encontramos respuesta.
Día 27 de Mayo: 180 kilómetros. TOTAL: 1.724
Latitud: N 77º 96 Longitud: -39º,98 ‘ W Altitud: 2.366 m
Hacía tanto viento que al avanzar levantábamos mucha nieve y no veíamos nada, ni la cometa, así que tuvimos que cambiar la línea de 300 metros por la de 150. Además, hubo que ir haciendo arreglos cada poco rato, sobre todo nudos que se rompían con las tensiones que generaba tanta potencia. Y cada nudo es un sufrimiento, porque se nos congelan los dedos.
En algunos momentos hemos alcanzado los 18 kms/h , y eso es mucho con sastrugis y con viento lateral. En el primer turno, de cinco horas seguidas, sin relevo, Eusebio y Manuel lo tuvieron francamente complicado.
Siempre hay dos zonas a las que dirigir la cometa (en este caso la de 60 metros cuadrados) para frenar la velocidad del trineo: arriba y a la derecha. Pues bien, en ese turno el viento era tan fuerte que al ponerla arriba el trineo se levantaba del suelo, como si fuera a salir volando. Y si la ponían a la derecha, se aceleraba aún más la marcha. Tampodo podían soltarla, que era perderla, pues podía salir volando varios kilómetros. Así que durante un tiempo fuimos sin control, hasta que a las cinco horas de pilotaje, lograron hacer un picado al suelo y la desprendieron. Menos mal que no se fue más allá de kilómetro y medio.
Ambos han acabado con los brazos y las manos doloridos, y muy cansados porque c0ntinuamente los pilotos deben estar atentos por si la cometa sube, baja, se cae, si va para un lado u otro, y todo en función de un viento hoy muy errático. Tan pronto era noroeste, como del oeste y vuelta al noroeste.
Pero ha merecido la pena el esfuerzo. Son 170 kilómetros más a la cuenta. Y la cena hoy es caliente: arroz con salchichas, y de aperitivo jamón serrano. También mucho agua, porque mientras pilotamos no bebemos y estamos un poco deshidratados. Luego, es hora de nuestra siesta, aunque Manuel quiere aprovechar la parada para recoger nuevos datos de la nieve en esta zona tan vacía de todo. Es la ventaja de que siempre nos acompañe el sol: no hay problemas para ponerse a cavar a cualquier hora.
A las 11 (hora en España, las tres de la mañana) iniciaremos una nueva etapa. El viento ha bajado su velocidad pero aún persiste, y el sur nos espera.
La curiosidad del día: hoy nos revoloteó un pájaro negro. Para nada de mal agüero. Un signo de vida en esta desolación.
Día 26 de Mayo: 98 kilómetros. TOTAL: 1.544
Latitud: N 78º 86 Longitud: -38º,50 ‘ W Altitud: 2.327 m
Día 25 de Mayo: 29 kilómetros. TOTAL: 1.495
Latitud: N 79º 41 Longitud: -40º,41 ‘ W Altitud: 2.239 m.
Días 23 de Mayo: 8 kilómetros. TOTAL: 1.466 KM
Latitud: N 79º 64 Longitud: -41º,12 ‘ W Altitud: 2.209 m.
Para que no se nos escape, hacemos turnos de vigilancia; siempre hay uno de nosotros fuera de la tienda de campaña pendiente del momento en el que el viento responda. Hay que aprovechar cada minuto, no nos podemos dormir.
A falta de otra actividad, Manuel y Karin hoy se dieron un paseo con los esquís, con la certeza de que nadie antes que ellos los ha utilizado en el mismo lugar. En definitiva, tiempo de relax, pero con el mismo caos horario en el que ya nos hemos instalado. A veces nos sorprendemos desayunando a las 12 de la noche hora española, que son las ocho de la tarde en Groenlandia.
Manuel también está haciendo estadísticas de la temperatura de la nieve con el ordenador, datos que luego analizarán en los científicos en España.
Días 22 de Mayo: Parados. TOTAL: 1.458 KM
Latitud: N 79º 50 Longitud: -42º,15 ‘ W Altitud: 2.260 m.
De hecho, ahora vamos a dar la vuelta al Trineo. Está mirando al Norte y le pondremos enfilando al Sur. No sabemos cómo responderá el viento y es probable que nos empuje al sureste. Comenzarán el turno de pilotaje Karin y Hugo, y si no vamos bien, pararemos a esperar mejores condiciones. Juan Manuel Viu, que nos envía las previsiones meteorológicas, ha anunciado que en unas horas el tiempo nos será más favorable.
Para resarcinos de tanto trabajo, ayer hicimos hasta una fiesta. Con ron, con música de un mp3, con pancakes recién hechos en nuestro hornillo… Horas después, en RNE 1 preguntaban a Ramón, en el Informativo 24 horas (vía teléfono satélite), por el ‘experimento sociológico’ que supone convivir los cinco en una tienda de poco más de 6 metros cuadrados tanto tiempo. ¡Es menos que un barco pequeño! Pero la verdad es que el resultado es muy bueno. Y eso que no hay nadie en más de 550 kilómetros a la redonda para cambiar de compañía.
Hoy recordábamos al famoso explorador polar británico Ernest Sackleton, que en su intento frustrado de llegar al Polo Sur en 1916, después de que se hundiera el bergantín Endurance, acabó salvando a sus hombres gracias al viaje mítico que hizo con cinco tripulantes en un bote, el James Caird, de siete metros de eslora. Y navegaron 1.400 kilómetros en 16 días por el mar más salvaje del planeta, rumbo a Georgia del Sur. En distancia, casi vamos a la par, 1.500 kilómetros en 16 días, pero desde luego que, aunque el espacio también es poco, las condiciones de nuestro desierto helado son mejores.
Por cierto, fue una alegría escuchar a Juan Pablo Albar, que ya viajó en el Trineo de Viento en 2011-2012 por la Antártida, en el mismo programa de radio. Juan Pablo, gracias a la tienda-locomotora ahora vamos mucho mejor».
Día 21 de Mayo: 143 kilómetros. TOTAL. 1.458 KM
Latitud: N 79º 50 Longitud: -42º,15 ‘ W Altitud: 2.260 m.
Esta noche soleada la pasamos en lo que será nuestro punto más cercano al Polo Norte y lo vamos a celebrar con un ‘chupito’ de ron, después de disfrutar del estupendo cuscús con almendras que nos ha preparado Karin y del postre que nos suministra Manuel: una galleta de chocolate per cápita. ¡Como en las grandes ocasiones!
Tenemos que ir bajando porque si siguiéramos hacia el Norte, a la vez iríamos al Este, que a donde nos lleva el viento, y por tanto podíamos acabar en las montañas cercanas a la costa, una situación muy comprometida porque ahí el viento es siempre es en contra. De hecho, los siguientes 700 kilómetros van a ser los más complicados de toda la expedición, con vientos que serán muy laterales, que no son buenos para el Trineo.
Hoy, sin embargo, hemos tenido un buen día de viaje: en 11 horas sin parar hemos hecho 143 kms. Pese a que hay más sastrugis, todo iba como la seda. Y es que antes de partir pasamos cinco horas en un improvisado ‘taller’ de reparaciones para la locomotora: excavamos medio metro de nieve debajo del primer módulo y nos metimos allí para repasar los 1.000 nudos, que son metafóricamente sus tornillos y sus tuercas. Mil nudos que mantienen unida la estructura y que requieren mantenimiento.
Antes de partir, como cada día, registramos la velocidad del viento con el manómetro. Vemos que tiene un comportamiento extraño. Lo medimos a dos metros el suelo y da unas magnitudes, pero al subir la cometa a 30 metros a menudo hay una franja de viento muy fuerte, y luego a 50 metros de repente gira 40º . Así que hay que elegir muy bien cuál cometa usamos. Aún así, una vez arriba a veces se para y a veces va como un cañón. Hoy escogimos la de 60 metros cuadrados. Y acercamos.
Ahora nuestro objetivo es esperar a que cambie el viento e intentar hacer una larga etapa de 36 horas. Esperaremos en medio del Parque Nacional del Noreste de Groenlandia, el más grande del mundo con 972.000 kilómetros cuadrados. Es una Reserva de la Biosfera donde no habita nadie, salvo 27 personas en bases militares y 110 perros. Se creó en 1974 y si estuviéramos cerca de la costa nos cruzaríamos con algunos de los 15.000 bueyes azmilcleros que contiene, y quien sabe si veríamos osos polares, que los hay, o ballenas blancas o morsas. Pero aquí, en el interior, no hay nada.
La anécdota del día es que Hugo se ha pasado un buen rato intentando pillar una emisora con la radio, convencido,y nosotros con él, de que hoy era la final de la Eurocopa entre Real Madrid y Atlético de Madrid. Karin se mantenía al margen del asunto. Luego nos enteramos del error. Como decíamos, aquí solo hay hielo. Y perdemos la noción de los días.
Por cierto, mañana a las 22.45 nos contactarán de Ínformativos 24 horas de RNE1 para participar en una tertulia científica con César Nombela, Bernardo Herradón, Andrés Moya y Juan Pablo Albar. ¡Nos podréis escuchar en directo!
Día 20 de Mayo: 100 kilómetros. TOTAL: 1.315 KM
Latitud: N 78º 50 Longitud: -43º,63 ‘ W Altitud: 2.453 m.
Al final, pasamos seis horas entre esos trabajos y algunas reparaciones del trineo. Siempre hay algo que arreglar porque esta expedición es para probar su comportamiento en el terreno. Aún así, estamos convencidos de que con algunas adaptaciones el vehículo aún podría llevar más peso.
Se nota que estamos muy cerca del Polo Norte: la nieve es mucho más fría. Hasta ahora, las muestras que cogíamos debajo la superficie estaban a menos 20ºC, pero hoy las medimos a ¡menos 34ºC!, y sin embargo en la superficie estamos a menos 20ºC, ha subido la temperatura con este Sol constante.
Nos rodea un paisaje similar a la Antártida, pero con menos sastrugis. Ya estamos muy cerca del cambio de vertiente y el viento, nuestro combustible, tiene un comportamiento peculiar. Su dirección en la superficie es sureste, pero a 30 metros de altura cambia a oeste, lo que nos obliga a llevar la cometa baja. Así que es más complicado manejarla, pero se consigue.
Como pasamos tantas horas pilotando, y concentramos las comidas en las cinco horas de parada y descanso, nos vienen estupendamente los ‘aperitivos’ groenlandeses que ha traído Hugo Svenson. Carne seca de narval, de buey azmilclero, de karibús, bacalao… Nuestras ‘chuches’ .
El caso es que entre unas cosas y otras, no tenemos mucho tiempo de relax. Y cuando caemos sobre el saco dormimos como lirones. Encima mañana, igual tenemos agujetas de tanto cavar. Todo sea por la ciencia.
Día 19 de Mayo: 97 kilómetros. TOTAL: 1.215 KM
Latitud: N 77º 575 Longitud: -46º 05 ‘ W Altitud: 2.558 m.
Al final de la jornada el viento ha parado. Y nosotros también porque somos ‘hijos del viento’.
Ya estamos muy al norte, a la altura de Qaannaq, en la región noroeste de Thule, cerca de una de las ciudades más al norte del planeta. Allí viven apenas 600 personas, y casi todos inuit. Surgió en torno a una base aérea de Estados Unidos, en donde reagruparon a los cazadores de Thule. Nosotros estamos cerca, pero en el interior del hielo, sin nada en el horizonte. Y comenzamos ya a pensar en girar hacia el este, a circunvalar el norte de Groenlandia, poco a poco porque los vientos no son fáciles aquí.
En la tienda, ya estamos instalados en la rutina. Ahora, en periodo de descanso, unos leen, otros escriben el diario o cosen desperfectos en la ropa. Un pequeño roto es un cuchillo cuando entra el frío helador del Ártico. También seguimos recogiendo los datos de la nieve. El jueves intentaremos, si las comunicaciones lo permiten, participar en una tertulia científica en RNE1. Tenemos ganas de compartir con los investigadores esta experiencia. Y también pensamos escuchar la Final de la Eurocopa, si la radio que ha traído Hugo capta la emisora adecuada».
Día 18 de Mayo: 184 kilómetros TOTAL: 1.118 KM
Latitud: N 77º 55′ Longitud: 47º 01 ‘ W Altitud: 2670 m.
Hemo pasamos una zona con muchos sastrugis, esas pequeñas dunas de hielo, de medio metro de altura, que nos hacen botar más de la cuenta, aunque ahora ya dormimos como niños aunque estemos navegando. Más difícil es vestirse dando tumbos. Ahora ya estamos en un territorio donde Ramón Larramendi no ha estado nunca antes, donde no va nadie, salvo quienes controlan alguna estación meteorológica. Por ello, recoger datos de la nieve en esta zona tiene especial interés.
Hemos pasado muy cerca (a unos 30 kilómetros) del Neem Camp, un campamento científico de la Universidad de Copenhague que fue cerrado en 2012 y en el que se cogían cortes de hielo para estudiar los cambios en el clima desde hace más de 130.000 años. La nieve acumulada, hecha hielo, guarda mucha información. Neem es un poliedro gigantesco que ha sido sede de trabajos científicos de gran interés entre 2009 y 2012. Pero está abandonado, a la espera de futuros proyectos. Ya no hay nadie en esta zona, cercana al Parque Nacional de Groenlandia, el más grande del mundo, donde entraremos en unas horas. Somos los únicos, recabando datos científicos en miles de kilómetros cuadrados a nuestro alrededor.
Día 17 de Mayo: 147 kilómetros TOTAL: 934 KM
Latitud: N 75º 269458 Longitud: W 46º 596065 Altitud: 2697 m.
Pero cambiarla lleva tiempo, una hora más o menos, y por eso procuramos siempre aguantar con la misma. De hecho, Karin y Hugo, en su turno, cogieron cada uno un mando para soportar la presión del viento. Pero llegamos a superar los 30 km/h, con una niebla gélida que impedía ver la cometa. Hubo un momento en el que la cometa estaba al Sol, arriba, y nosotros metidos en una terca niebla abajo; no se veía a 50 metros del suelo. Fantasmagórico.
La verdad es que el ritmo de vida es lento. Tardamos en entrar en acción a menos 25º C. Es lento preparar los hornillos, derretir la nieve, hacer la comida, hoy a cargo de Karin; incluso vestirnos lleva su tiempo, con cuatro o cinco capas para protegernos. Salvo Hugo, que como groenlandés soporta mejor el frío. ¡A veces trabaja sin guantes! Cuando paramos, en el descanso Eusebio aprovecha para leer su ‘ebook’, mientras Manuel continúa recogiendo datos de la nieve y Ramón y Hugo repasan los materiales.
Todos estamos rodeados de un paisaje en el que, curiosamente, parece que el horizonte está cerca, aún estando en un desierto helado. Por la curvatura del domo, da la sensación de que estamos en una enorme esfera de nieve. En cuanto descansemos y desayunemos, hacia ahí vamos…»
16 de Mayo: 170 kilómetros TOTAL: 787 KM
Latitud: N 73º 977760 Longitud: W -46º .373183 Altitud: 2683.22 m
La tienda parece una academia. Cuando paramos, aprovechamos para darnos clases de idiomas. Ramón aprende danés y mejora el groenlandés, Manuel el danés y Karin y Hugo aprenden español. Una escuela sobre hielo. Pero la mayor parte del tiempo se nos va trabajando. Hay que pilotar, cocinar (que le toca a Hugo, casi siempre), derretir nieve (eso es cosa de Ramón, hasta 15 litros de agua al día) y hacer los experimentos. A eso se dedica Manuel. Cavar un agujero de un metro es duro, se quedan los dedos congelados’, asegura. Pero lo hace. Hoy, el segundo que hay que hacer cada 400 kilómetros, más o menos. Ahí mide temperatura y densidad de la nieve, datos que luego pasa al ordenador. También en cada parada, introduce en el suelo otro testigo de cinco metros de largo con el que saca muestras del interior. Le gusta, como también disfruta ahora llevando la cometa. Él, que hizo parte de la Expedición Circumpolar con Larramendi hace 20 años, llevando trineos de perros, está encantado con las cometas. «Obedecen mucho mejor», asegura. Ni siquiera tiene agujetas en los brazos. Sólo se queja, pero con guasa, de que no tiene derecho a esquina dentro de la tienda de ‘habitabilidad’. ‘En la próxima expedición exigiré una tienda pentágono, que ahora me toca en el centro, entre un montón de pies’.
También Karin Moe Bojsen, la única mujer del grupo, tiene una queja, aunque ya se lo temía antes de iniciar el viaje: «Roncan como osos polares». Y la verdad es que tiene toda la razón del mundo.
Latitud: N 72º 32.160′ W ; Longitud: 45º 28.483′. Altitud: 2739 metros.
El riesgo era que la engullera la niebla, y a nosotros, porque lo peor fue ir a buscarla. No se veía nada, así que nos alejamos del trineo con el GPS para poder regresar ‘al hogar’. Desaparecía de la vista a los pocos metros. La factura ha sido que se nos rompió la tienda transparente que llevamos delante, donde van los pilotos. Una costura de una de las ventanas no aguantó la presión del viaje y hoy nos ha llevado mucho tiempo desmontarla, volver a coserla y vuelta a ponerla en su sitio. También hemos aprovechado para arreglar algún raíl y Manuel, además, se ha dedicado a recoger datos de la nieve para los proyectos científicos que realizamos para el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC).
Ahora, ya estamos preparados para iniciar una nueva etapa. ¡Vaya horas!, diréis, porque en la península son las diez de la noche, pero aquí, con 24 horas de Sol, los días se confunden. Perdemos la noción del tiempo. Ahora tenemos excelentes condiciones para navegar por el hielo.
Hace frío, 25º bajo cero, pero a esta altitud se navega bien. Por eso queremos hacer 16 horas seguidas, sin descanso para el Trineo de Viento. Primero, dos turnos de dos horas (Karin-Hugo y Manuel-Eusebio) y luego otros dos de seis horas. Ramón se reparte en un tiempo en cada turno. Ahora mismo, con 799 kilómetros ya hechos, aún nos faltan más de 600 kilómetros para llegar al norte y pasar a la zona este de Groenlandia. ¡A por ellos!».
14 de Mayo: 220 kilómetros TOTAL 787 KM
Latitud: N 72º 32.160′ W ; Longitud: 45º 28.483′. Altitud: 2739 metros.
13 de Mayo: Parados
Latitud: 70 32.159′ Longitud: W 46 38.590′. Altura: 2168 metros.
12 de Mayo: Parados
Latitud: 70 32.159′ Longitud: W 46 38.590′. Altura: 2168 metros.
Y ¡hemos hecho un simulacro!. ¿Qué hacemos en caso de fuerte tormenta, si se rompen las tiendas que llevamos encima? En ese caso nos tenemos que cobijar debajo del propio Trineo, así que le hemos levantado, hemos colocado cajas para sostenerlo y nos hemos metido todos dentro, a ver si entrábamos. Esperemos no tener que recurrir a ello, pero si fuera necesario funcionará.
Pese a los problemas con el viento ‘no amigo’, el ambiente del grupo es excelente. Estamos convencidos de que vamos a terminar esta Circunnavegación de Groenlandia con éxito.
Por cierto, mañana por la mañana, a las 11.45 horas, nos entrevistan en directo en Las Mañanas de la COPE, por si queréis escucharnos».
11 de Mayo: 100 kilómetros y parados TOTAL: 567 KM
Latitud: 70 32.159′ Longitud: W 46 38.590′. Altura: 2168 metros.
La temperatura ronda los menos 20º centígrados. Esta noche esperamos que cambie el viento a mejor. A medida que pasan los días, el equipo cada vez está más integrado y funciona a la perfección».
10 de Mayo: 144 kilómetros TOTAL: 467 km
9 de Mayo: 21 kilómetros y parada. TOTAL: 323 KM
Latitud: 69 38.822′; longitud: W 46 49.007′; altura: 1886 metros.
8 de Mayo: 115 kilómetros TOTAL: 302 KM
Latitud: N 69 27.535′; longitud: W 46 40.833′. Altura: 1875 metros.
7 de mayo: 166 kilómetros TOTAL: 187 Km.
Latitud: N 68 25.937′ Longitud: W 46 27.831′. Altura: 1841 metros.
«Ha sido la primera gran jornada en esta Circunnavegación! El Trineo de Viento ha recorrido 166 kilómetros con una cometa de 80 metros que ha permitido tener una media de 20 km/h, navegando en una puesta de Sol impresionante. Ya hemos comenzado a organizar los turnos de pilotaje. Son dos de casi 10 horas cada uno, con un descanso común de cuatro horas. Dormir mientras el Trineo se mueve no ha sido nada fácil, con el traqueteo, pero es cuestión de acostumbrarse. Seguro que mañana todo el mundo cae rendido».
6 de mayo: Las primeras pruebas: 21 kilómetros
Latitud: N 67 1.367′ . Longitud: W 47 57.658. Altura: 1556 metros.
4 y 5 de mayo: Preparando el equipo:
Latitud: N 67.05824 ; longitud:-47.975148; altitud: 1.550 metros
3 de Mayo: Kangerlussuaq
Latitud: N 67.05824 ; longitud:-47.975148; altitud: 1.550 metros
Salimos de Kangerlussuaq en un avión Twin Otter a las 15.00 hora local. En poco tiempo estamos en el hielo, a unos 140 kilómetros de la costa, donde comenzaremos la navegación. Nada más irse el avión, nos ponemos a trabajar frenéticamente en montar el trineo, lo básico. Son más de 180 nudos, pero pese al frío lo hacemos con rapidez. A las 21 horas ya tenemos montado lo fundamental, incluida la tienda donde pasamos la noche, la primera noche en el desierto helado del interior de Groenlandia».
1 y 2 de Mayo: Salida de Madrid hacia Groenladia