Pruebas Pirineos y Canadá

Pruebas en el Lago de los Esclavos, de Canadá.

Pruebas en el Lago de los Esclavos, de Canadá.

Las primeras pruebas del Trineo de Viento se realizan en el año 2000 en el Lago de las Bouillouses, en el Pirineo catalán-francés, cerca de Puigcerdá. Este enclave peninsular resulta ser el único lugar plano, congelado en invierno y con suficiente viento como para que pueda deslizarse un vehículo de estas características. Es el elegido por Ramón Larramendi, durante el invierno de ese año, como campo de pruebas de un diseño que llevaba tiempo rondándole por la cabeza: un trineo con una cometa que pueda ser movido sin combustible, tan solo impulsado por energía eólica.

En enero de 2000, ya están preparados los dos primeros prototipos, realizados según el diseño del explorador y Javier Puerta, y comienzan a hacerse las primeras pruebas. Es en este lago donde el explorador polar aprende a manejar el trineo para que la fuerza del viento se transmita al vehículo y no al piloto. Desde las primeras pruebas, logra recorrer dos kilómetros en unos minutos.

VIAJE A CANADÁ

Tras varios viajes al norte de España para mejorar el manejo, y dadas las escasas dimensiones el Lago de la Bouillouses, Larramendi decide dar un paso más en su proyecto y planifica una primera expedición de prueba a Canadá, al Gran Lago de los Esclavos, como paso previo a la que quiere realizar ese mismo año en Groenlandia. Acompañado de Juan Manuel Naranjo y Juan Manuel Sotillos, viaja hasta allí con dos prototipos: el realizado con un casco de fibra y el diseño basado en un trineo tradicional inuit.

Durante varios días, el equipo comprueba que con el prototipo basado en un trineo tradicional las posibilidades de éxito son mucho mayores, pues es más flexible y se adapta con más facilidad a las irregularidades que hay en el hielo. Colocando el tiro de cometas en un lado, en lugar de frente, comprueban, además, comprueban que es posible navegar a 90º del viento, lo que amplia las posibilidades de desplazamiento aunque el viento no sea siempre a favor, como ocurre con los barcos de vela.

Este viaje es determinante para que el proyecto Trineo de Viento siga su andadura.