Trineo de Viento

Nuevo hito del Trineo de Viento en la Antártida

El equipo de la expedición Antártida Inexplorada 2018 -2019 llegaron ayer lunes a España, 74 días después de su partida rumbo a la Antártida, donde han recorrido más de 2.500 kilómetros en 52 días y han permanecido un total de 54 días en el hielo de la meseta polar explorando y haciendo ciencia de primer orden.

Tres de los expedicionarios -Ramón Larramendi, Manuel Olivera e Hilo Moreno- llegaron al aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez, mientras que Ignacio Oficialdegui lo hizo al de Bilbao, dado que reside en Pamplona. A su llegada en Madrid, fueron tuvieron una gran recepción del personal de la agencia Tierras Polares, que dirige Larramendi y es co-patrocinadora de esta expedición. También acudieron medios de comunicación, como TVE , la agencia Efe o la emisora Onda Madrid.

Tras más de 2.500 kilómetros de recorrido por el interior de la Antártida, soportando temperaturas de hasta 42º bajo cero, los expedicionarios han llegado en buenas condiciones, salvo unas pequeñas congelaciones en las puntas de los dedos de Manuel Olivera, de las que se está recuperando. Y han regresado sin el Trineo de Viento, que han dejado en la base rusa de Novolazárevskaya, en la Antártida a la espera de futuras expediciones. «Estamos convencidos de que ésta travesía ha sido el inicio de un nuevo camino en la exploración y la ciencia que se hace en la Antártida y dejarlo allí es la mejor muestra de que tenemos plena confianza de que será así», señalaba Larramendi. Con esta decisión España tiene ahora un trineo de viento en Groenlandia, en el Ártico, y otro en la Antártida continental.

Algunos de los científicos que han colaborado en la expedición acudieron directamente al aeropuerto a recoger las muestras que los expedicionario han recogido para sus proyectos. Allí acudieron compañeros del equipo de MicroAirPolar, de la Universidad Autónoma de Madrid, cuyos responsables están ahora en la costa antártica recogiendo más datos; del proyecto Helios (de Universidad de Alcalá de Henares-Universidad de Valencia) fue Josabel Belliure, quien se llevó las muestras congeladas en una caja térmica; y del proyecto Solid (Centro de Astrobiología) acudieron a recoger el dispositivos que se ha puesto a prueba para futuras misiones espaciales.

La noticia de la expedición científica española ha dado la vuelta al mundo, dado que ha demostrado que el Trineo de Viento es una plataforma fundamental para hacer ciencia eficiente y no contaminante en uno de los lugares más frágiles y complejos del planeta.