El instrumento Meda, de la Antártida a Marte

El instrumento Meda, de la Antártida a Marte

El desarrollo de un instrumento espacial como MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer, analizador de la dinámica ambiental de Marte), una de cuyas partes se probó en el Trineo de Viento en la última expedición a la Antártida, ha dado un gran paso adelante. Todas las piezas que han sido desarrollados de manera totalmente independiente por distintas instituciones de todo el mundo,  deben ser ensamblados en su ubicación definitiva en un complejísimo mecano marciano y conectados entre sí a nivel electrónico. “Es un proceso durante el cual la presión es máxima, pues cada vez es más escaso el tiempo hasta el lanzamiento, y no hay prácticamente ya margen de error”, señala José Antonio Rodríguez Manfredi, ingeniero del Centro de Astrobiología e investigador principal de MEDA.

En el caso del instrumento español, ya se ha integrado en el rover del “cerebro” del instrumento, denominado Instrument Control Unit (ICU, o Unidad de Control del Instrumento), y diseñado por Airbus-Tres Cantos. El equipo de ingeniería de MEDA comprobó que los resultados de los ensayos realizados eran los esperados. El siguiente paso será la integración, primero mecánica y posteriormente electrónica, de todos los sensores que constituyen MEDA, que serán colocados en el vehículo de la misión Mars 2020.

El instrumento MEDA estará a cargo de la caracterización ambiental y del polvo en superficie, registrando todas esas magnitudes de manera ininterrumpida durante toda la duración de la misión. Los sensores están distribuidos por la cubierta y el mástil del vehículo, y realizarán sus operaciones en coordinación con el resto de los instrumentos que también forman parte de la misión. En concreto, MEDA consta de siete sensores para medir la dirección y velocidad del viento, la humedad relativa, la presión atmosférica, la radiación solar ultravioleta, infrarrojo y visible incidentes, las propiedades del polvo en suspensión, la temperatura del suelo y del aire, y además, una cámara para tomar imágenes del cielo marciano (incluidas las nubes). Algunos de ellos fueron a la Antártida, dando los resultados esperados.

Si todo va bien, MEDA se sumará a las dos estaciones medioambientales que el Centro de Astrobiología y el CDTI ya tienen operando en Marte. Se trata de REMS (Rover Environmental Monitoring Station – Estación ambiental de monitoreo del rover) que llegó al planeta rojo en 2012 a bordo del rover Curiosity; y de TWINS (Temperature and Wind sensors for InSight mission – sensores de temperatura y viento para la misión InSight) que aterrizó en Marte el pasado noviembre.